Los inicios…

Todo un personaje. En sus tiempos estudiantiles admiraba los solos de guitarra de Ritchie Blackmore y Deep Purple era su grupo favorito. Tocó en orquestas de romerías para ganarse la vida. Aprendió electrónica y trabajó como técnico de sonido desde el Dúo Cantabria al primer disco de Alba Gutiérrez. Pero su herramienta favorita es el rabel. Lleva hasta cuatro ejemplares distintos en su maletín de trabajo, donde se observan cables, enchufes y demás material de su oficio de electricista. César Higuera Amor, más conocido como ‘El Chaval De Cobejo’, se ha autofinanciado tres discos, se fabrica sus rabeles, reivindica la figura de Donato Muñoz y se ha atrevido con «The Long Road To Carmona», su versión inglesa de «Carretera De Carmona».

Empezó a cantar en la escuela de Cobejo, donde todos los críos cantaban las marzas. En propias palabras del artista «yo era el que más voceaba, porque cantaba fatal. A mi madre le daba mucha vergüenza…». Su madre, Bondad Amor, era una panderetera muy popular, su padre tocaba el laúd, y su tío ‘Puli’ era un experto con la guitarra y la batería. Llevaba la música de serie, pero fue principalmente de su madre de quien aprendió canciones que cantaba y que no se han grabado. También se influenció del romancero de José Manuel Fraile y de las canciones recogidas por Marcos Bárcena. Marchó a estudiar a Eibar, donde estudiaría el antiguo BUP (bachillerato) y el COU. En aquel tiempo se pagaba por estudiar, y César (segundo de cinco hermanos varones) y su familia, vivían del sueldo de su padre, que era fontanero. Junto a varios compañeros de curso, montaron dos grupos de ‘covers’ de rock sin mayores pretensiones. Tocaba la guitarra eléctrica «lo mío era el heavy metal y el hard rock. Mi grupo favorito era Deep Purple», expresaba en una entrevista a ‘El Diario Montañés’ en 2009. Tras acabar sus estudios de bachillerato, entra en la Universidad Laboral de Eibar.

Tras 5 años como miembro de ‘La Humera’, comienza una exitosa carrera en solitario con las que edita 3 álbumes y da cientos de actuaciones en directo…

Trabajó como peón de albañil, y poco después, entró a formar parte de las orquestas ‘Fusión 4’ y ‘Amplitud’, en las cuales era bajista. Tenía en mente dedicarse al mundo de la música. Tras dejar dichas orquestas, se adentra en el mundo del rabel, por investigar, y hacen falta un par de años de aprendizaje para ponerse a punto. Gana cuatro veces seguidas el concurso de rabel del Día De Campoo: «en aquellos años había poca competencia, así que no lo considero ningún mérito» contaba. Estaba por llegar el resurgimiento del folclore y del folk en la década de los ochenta. En Ganzo, Pedro Madrid empeza a impartir sus clases magistrales, son los años del grupo ‘Trenti’, los primeros festivales de Cóbreces, ‘Luétiga’ y otros. En su ámbito, el de la música tradicional, el papel del ‘Dúo Cantabria’ es decisivo y Cesar sonoriza sus conciertos.

Ya en los noventa se forma ‘La Humera’, con los que permanece cinco años. Con ellos publica una maqueta en cassete autoproducida «Boneteru» (1993). Se distribuye por ellos mismos y la copias corren como la pólvora por toda Cantabria. Tiempo después, lanzan el álbum «El Milagru De San Ché» (1995), que editan con ‘La Borona De Plásicu’. La grabación, consta de actuaciones en directo y colaboraciones como las de la propia ‘Bondad Amor’. Aun hoy se recuerdan  como clásicos dentro del mundo del folclore cántabro. También están en mente sus maratonianas actuaciones, que se podían prolongar durante horas. Tras la edición de la segunda entrega de la banda de Torrelavega, abandona la formación para dedicarse a su carrera en solitario.

Carrera en solitario…

En 2001 edita «Huellas De Tarugos». Al año siguiente, aparece en la grabación del encuentro de rabelistas de Olea «Rabelistas En Olea» (2002). Ya en 2004 graba «Itinerario». Sus actuaciones en directo se registran en todo tipo de eventos: bares, ferias, festivales, sesiones, berbenas o en la propia calle. La actividad no cesa, y tras cientos de conciertos y galas, edita tras más de 15 años «De Oído» (2018), el cual contiene temas propios tan populares como «El Facebo», que llevaba años presentando en directo. El seudónimo de ‘El Chaval De Cobejo’ se lo puso el propio Pedro Cos, cantante y tamboritero en ‘La Humera’: «Ya tenía 30 años y me quedé con este nombre artístico, aunque los discos los firmo con mi nombre verdadero, César Higuera Amor. Hay gente que se enfada porque no pongo ‘Cobeju’. A mi pueblo le llamo como me da la gana». Así de claro y sencillo habla el bueno de César.