Eugenio González Díaz nació en el año 1932, en el pueblo de Camijanes (Herrerías). Se crió en una familia ganadera junto con 17 hermanos que tuvieron que sobreponerse a la dura vida que supuso la Guerra Civil Española. Con 6 años sirvió en una hacienda ganadera, cuidando rebaños de ovejas y vacas. Trabajaba en terrenos arrendados y ya empezaba a dar sus primeros pasos en la afición por el cante. Pasaba los numerosos ratos libres que el trabajo de vaquero le brindaba, imitando las cadencias de las tonadas tradicionales, que escuchaba en las romerías, de boca de aquellos viejos cantantes, que han sabido transmitir el sonido ancestral de la recia canción montañesa. El cuenta que su madre «bailaba y cantaba la que mejor», y de ella recuerda viejos cánticos de pandereta, que repiqueteaba sobre una vieja lata a modo de pandereta. Comenzó así a forjarse un hombre de cante popular, que no cobraría por divertir o entretener a las gentes reunidas en las fiestas, sino que lo haría por pura devoción y amor por la música. Con 13 años trabajó como pinche en la empresa Dragados en la obra de los Saltos del Nansa. Aprendió a trabajar la piedra con 17 años, y trabajó como cantero en Burgos y Palencia. Con 21 fue reclamado para realizar el servicio militar obligatorio, en donde aprendió a leer y a escribir, y desarrolló una gran afición por la lectura. Más tarde trabajó en la madera en el apeo y derribo de árboles y como Guardarríos en la zona del río Nansa y el Deva. Ha tenido cuatro hijos, uno de ellos el más pequeño, aprendió a tocar la gaita y siempre le acompañaba en la tonadas montañesa y asturianas. Aunque no se ha dedicado profesionalmente a la música ha realizado innumerables viajes invitado por las Casas de Cantabria ubicadas en las distintas comunidades y provincias de España (Madrid, Valladolid, Asturias…). Ha participado en diversos festivales tradicionales de nuestra región (La fiesta de la gaita cántabra en Unquera, Encuentros Norte-Sur en Ruente, Festival Pozu Jondu en Santander.), Festival Tierradura Folk, Folk Comillas, Sauga…